El ser humano también se oxida

Esta afirmación se basa en un concepto científico que se denomina estrés oxidativo, que es el daño producido a nivel microscópico en distintos componentes de la célula humana (proteínas, lípidos, DNA, etc.) que afectan directamente a su normal funcionamiento, cuando ésta es incapaz de neutralizar y eliminar los óxidos (radicales libres) generados como residuos de la respiración celular.

A raíz de la observación médica, que los radicales libres se encontraban aumentados en las personas de edad y en los pacientes con enfermedades cardiovasculares e inflamatorias, en el año 2003, Harman D. propuso la teoría de los radicales libres y el envejecimiento (Antioxid Redox Signal), convirtiéndose en uno de los primeros estudios en relacionar estrés oxidativo y envejecimiento.

¿Cómo se puede combatir el estrés oxidativo?

Indudablemente, existen diferentes estrategias, pero sin dudas lo más efectivo es potenciar los factores protectores como el ejercicio y el consumo de alimentos antioxidantes. Además hay que neutralizar o aminorar el efecto de los factores de riesgo como ser: el tabaco, el alcohol en dosis excesivas, el estrés físico, la mala alimentación (fast food) propia de las sociedades desarrolladas, las drogas, etc.

Propiedades terapéuticas del extracto obtenido de la piel y las semillas de las uvas.

Una nueva fibra dietética elaborada con pasta de orujo –es decir, lo que queda en las cubas tras obtener el mosto con que se elabora el vino y que está compuesta por los restos la de piel, semillas y rapón (la parte leñosa que une los granos de uva con el racimo)- constituye uno de los productos naturales con mayor capacidad antioxidante que se conocen y, por tanto, puede ser útil para tratar toda enfermedad relacionada con el exceso de radicales libres. Es más, puede ayudar a mejorar la circulación, prevenir los accidentes cardiovasculares y elevar las defensas del sistema inmune. Y ello sin olvidar que sus polifenoles pueden ayudar a prevenir la aparición de algunos cánceres, y retrasar los efectos del envejecimiento.

Desde el punto de vista nutricional, además, la fibra de la uva, regula la digestión, mejora la eliminación de las grasas y el colesterol. Es un elemento imprescindible para mantener una flora intestinal funcional y mejorar el tránsito a nivel del intestino grueso y el colon, y por tanto, disminuir el riesgo del cáncer de colon.

Para evitar los desequilibrios en la alimentación es aconsejable el uso de complementos alimentarios, que en mayor concentración, permiten equilibrar la falta de elementos saludables en la dieta.